El disputado voto del Sr. Cayo una película de Antonio [G]iménez Rico ; producida por José G. Blanco Sola ; argumento de Miguel Delibes ; guión, Manuel Matji, Antonio Giménez Rico ; director de fotografía, Alejandro Ulloa
Material type:
- Imagen bidimensional en movimiento
- vídeo
- Videodisco
- El disputado voto del señor Cayo
- El disputado voto del Sr. Cayo (Película cinematográfica)
- 1
- Montador, Miguel González Sinde
Item type | Current library | Call number | Status | Barcode | |
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LLIBRE | BIBLIOTECA ATZENETA | NM-59 (Browse shelf(Opens below)) | Available | 20150515 |
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Copia personal de estudio de José Luis García Sánchez
En el mismo disco: Juanita la Larga
Largometraje realizado en 1986 en España
Estreno el 03-11-1986 en Madrid en los cines Conde Duque, Imperial y La Vaguada y el 06-11-1986 en Barcelona en el cine Cataluña
Rodada en Burgos y Madrid
Guión basado en la novela homónima de Miguel Delibes
No existe música original en la película. Se utiliza como fondo musical fragmentos de la zarzuela "Marina" de Capodron y Ramos
Subvencionada por el Ministerio de Cultura Subvencionada por la Junta de Castilla y Leon
Fragmento de la ópera "Marina" de Emilio Arrieta adaptada por Miguel Ramos de Carrión sobre el libreto de Francisco Camprodón
Algunas escenas en Blanco y Negro
Montador, Miguel González Sinde
Francisco Rabal, Juan Luis Galiardo, Iñaki Miramón, Lydia Bosch, Eusebio Lázaro, Mari Paz Molinero, Abel Viton, Gabriel Renom, Francisco Casares, Juan Jesús Valverde, Julián Navarro, Jose Ramon Pardo, Carlos Santurio, Julia Torres, Salvador Guerrero, Tino Martin, Pilar Coronado
A Rafael Corral, joven diputado socialista, le comunican la repentinamente muerte de su amigo Víctor Velasco. Pese a que se le aconseja no asistir al entierro por motivos políticos, él decide acudir. En el cementerio coincide con Laly, una antigua compañera. Entre los dos recuerdan la personalidad es su amigo desaparecido y la historia que compartieron con él durante las elecciones de 1977. Víctor Velasco, en su campaña para el Senado, había incluido en su ruta de visitas electorales los pueblos de la alta sierra burgalesa. En uno de ellos tropieza con el Señor Cayo, un viejo apegado a la tierra, a la que ama y de la que vive. El encuentro significó para el joven político un revulsivo, ya que por primera vez escuchó la voz de la sabiduría popular. El candidato para el Senado se da cuenta, de pronto, de que el Sr. Cayo dice la verdad
Para todos los públicos
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